El pleno dio el visto bueno a la segunda aprobación provisional de la innovación urbanística necesaria para la ampliación del cementerio municipal, un trámite técnico pero esencial para garantizar la disponibilidad de espacios de enterramiento en el futuro. Juan José Gil, concejal de Urbanismo detalló que esta actuación responde a la previsión de agotamiento de los nichos existentes en los próximos años, y que forma parte de una estrategia planificada de adecuación de infraestructuras funerarias.
Esta segunda aprobación incluye importantes requisitos legales, como la incorporación del Estudio Ambiental Estratégico y la Evaluación del Impacto en Salud, elementos clave para valorar cómo esta actuación puede afectar a su entorno y a la población del núcleo urbano. La zona elegida se encuentra colindante al cementerio actual, lo que facilitaría la integración del nuevo espacio y minimizaría la afectación urbanística.
El voto de los grupos reflejó cierta división: Unidas Podemos y PSOE apoyaron la propuesta, destacando la necesidad de prever con responsabilidad este tipo de servicios públicos. El Partido Popular se abstuvo, mostrando dudas sobre la ubicación final del proyecto y solicitando mayor concreción en los informes técnicos. Por su parte, Vox votó en contra, alegando que existen alternativas fuera del casco urbano que podrían evitar molestias a los residentes cercanos y ofrecer un entorno más adecuado.
El expediente continuará su tramitación en los próximos meses, a la espera de recibir las autorizaciones sectoriales definitivas.